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¿Estupidez o maldad?

noviembre 17, 2022

Nunca atribuyas a la malicia lo que puede ser adecuadamente explicado por la estupidez.

Pieter Brueghel el Viejo: “Incluso si el Asno viaja a la escuela para aprender, como un caballo no volverá”.

¿Por qué la evolución no nos convirtió a todos en genios y por qué incluso aquellos con un alto coeficiente intelectual en ocasiones actúan estúpidamente?

El coeficiente intelectual tiene muy poco que ver con el tipo de comportamientos irracionales e ilógicos que tanto enfurecieron a Flaubert. Comprender los factores que nos llevan a tomar malas decisiones es el camino para arrojar luz sobre muchas de las mayores catástrofes sociales acontecidas desde la antigüedad.

Placa conmemorativa en la Iglesia de San Mateo en Berlín del teólogo evangélico Dietrich Bonhoeffer, asesinado por en 1945 en el campo de concentración de Flossenbuerg. Foto AP/Markus Schreiber

“El hecho de que el estúpido sea a menudo testarudo no debe cegarnos ante el hecho de que no es independiente. Al conversar con él, uno siente virtualmente que no está tratando en absoluto con una persona, sino con eslóganes, consignas y cosas por el estilo que se han apoderado de él. Está bajo un hechizo, cegado, maltratado y abusado en su propio ser. Habiéndose convertido así en una herramienta sin sentido, la persona estúpida también será capaz de cualquier mal y al mismo tiempo incapaz de ver qué es el mal. Aquí es donde acecha el peligro del mal uso diabólico, pues es éste el que puede destruir de una vez por todas a los seres humanos.

Sin embargo, en este mismo punto se vuelve bastante claro que solo un acto de liberación, no de instrucción, puede superar la estupidez.

Aquí debemos aceptar el hecho de que, en la mayoría de los casos, una liberación interna genuina se vuelve posible solo cuando la ha precedido una liberación externa. Hasta entonces debemos abandonar todo intento de convencer al estúpido.

Este estado de cosas explica por qué en tales circunstancias nuestros intentos de saber qué piensa realmente ‘la gente’ son en vano y por qué, en estas circunstancias, esta pregunta es tan irrelevante para la persona que está pensando y actuando responsablemente (…) Pero estos pensamientos sobre la estupidez también ofrecen consuelo en que nos prohíben rotundamente considerar a la mayoría de las personas como estúpidas en todas las circunstancias. Realmente dependerá de si los que están en el poder esperan más de la estupidez de la gente que de su independencia y sabiduría interior.

Dietrich Bonhoeffer, “Cartas y papeles desde la prisión”.

Contra la estupidez estamos indefensos. En esencia no es un defecto intelectual sino humano: las personas nos volvemos estúpidas o permitimos que esto nos suceda, esperemos, que de vez en cuando.

Abrir los ojos, sondear la luz, ver: como masones, nos esforzamos en la búsqueda del conocimiento; también intentamos vivir con ética y, al mantener una curiosidad constante sobre nuestro mundo, personificamos el espíritu de la iluminación.