Vivir en paz es una actitud y una forma de vida: es una elección.

“La actitud es una opción. La felicidad es una opción. El optimismo es una opción. La bondad es una elección. Dar es una elección. El respeto es una elección. Cualquiera que sea la elección que hagas, te hace. Elige sabiamente”. – Roy T. Bennett.
Elegimos todos los días. Elegimos levantarnos, ir a trabajar, alimentarnos, … Pero en ocasiones, elegimos comer golosinas cuando sabemos que una fruta es mejor para nosotros, porque elegimos el camino más fácil. Los humanos somos maestros racionalistas. Racionalizamos que tenemos una opción cuando, de hecho, nos estamos moviendo realmente hacia la ley universal de la entropía. Algunas veces, por tanto, optamos entre alternativas erróneamente.
En 1803, Lazare Carnot dijo: “En cualquier proceso natural existe una tendencia inherente hacia la disipación de la energía útil. Los humanos encajan bien en esta categoría”.
El meollo de las decisiones está dentro de lo que somos. ¿Conocemos a esa persona? ¿Entendemos lo que nos motiva, inspira y anima en nuestro interior? ¿Realmente nos conocemos?
La mayoría decimos que sí, cuando la respuesta realmente es, muchas veces, no. De eso se trata en el “Primer Grado en la Masonería”, que ayuda a conectar el ritual masónico y su simbolismo con los aspectos neurológicos de nuestro cerebro, caminando hacia una conciencia superior. Inspira a mirarnos a nosotros mismos: es el “Conócete a ti mismo” de Sócrates (o de alguno de los Siete Sabios de Grecia; también que es uno de los consejos de Don Quijote a Sancho).