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¿QUIÉNES SON LOS JÓVENES DE HOY?

octubre 13, 2021

Cada generación se postula ante una variedad de valores y creencias que influyen en sus decisiones y comportamientos. En el mundo acelerado y globalizado de hoy, donde la difusión de la cultura y el cambio social está acelerado, es más complejo conocer los valores y creencias que definen a quienes son columna vertebral de una sociedad, ya que determinan el futuro de cualquier comunidad: los jóvenes.

Montaje: Pepa Ortiz

¿Qué los está alejando de los sistemas de valores que alguna vez fueron dominantes?

Los jóvenes se están moviendo hacia una constelación diversa de actitudes y prácticas, como el autocuidado, la atención plena y una espiritualidad generalizada, de manera velada a nuestros ojos.

¿Qué significa este nuevo enfoque para los Millennials y Gen Zers, y cómo se desarrolla en sus vidas?

Las nuevas generaciones buscan significado, propósito y comunidad en otros lugares, y abrazan la espiritualidad, tanto individual como socialmente, de maneras que a menudo son menos estructuradas y exigentes que las tradicionales. ¿Qué está impulsando este cambio?

Parece ser que existen tres motivos clave:

  • La desconfianza en la religión: mientras la espiritualidad va en aumento, los jóvenes se están dejando de asociar a una religión organizada.
  • El individualismo: con la identidad cada vez más fluida y basada en el estilo de vida, muchos están evitando etiquetas, como ser miembro de una religión, que ven como demasiado restrictivas y que exigen un compromiso con el que no se sienten cómodos.
  • La búsqueda de una comunidad: en un mundo cada vez más conectado y digital, las conexiones religiosas y/o espirituales ya no necesitan estar centradas en un espacio físico en particular.
Imagen: eitb.eus

Estos catalizadores reflejan un cambio social enorme, impulsado por crisis económicas recientes, “noticias falsas”, el movimiento #metoo, escándalos y una pandemia, que han alimentado la disminución de la confianza en las instituciones y figuras de autoridad que alguna vez proporcionaron un sentido de colectividad, dirección y estabilidad para muchos.

Estamos observando un enfoque de valores más individualista, de “bricolaje”, donde un creciente vacío moral está impulsando a los Millennials y Gen Zers en particular a buscar nuevas formas de alimentar sus necesidades de significado y propósito, como adoptar un papel activo en las causas y valores sociales.

Desarrollan un gran papel en la renovación del estado actual social: liderazgo, innovaciones, habilidades, etc. Están haciendo avanzar la tecnología, la educación, la política y la paz.

La juventud de hoy no está luchando contra los mismos desafíos y oportunidades que la de otras generaciones. Parece que creen firmemente que deben desarrollarse y valerse por sí mismos sin la ayuda de los demás. Están asumiendo la responsabilidad de los desafíos socioeconómicos y políticos, de la educación equitativa y del desarrollo personal.

Nuestros jóvenes son nativos digitales y estan entusiasmados buscando oportunidades en la economía digital y las start-up.

Pero, ¿qué hay dentro de sus corazones?

Hay algunos Millennials que sienten lo que denominan “FOMO”, (Fear of Missing Out): aprensión generalizada a que otros puedan estar teniendo experiencias gratificantes de las cuales están ausentes; el deseo de estar continuamente conectado con lo que otros están haciendo; una preocupación compulsiva de que no perder una oportunidad de interacción social, una experiencia novedosa, una inversión rentable u otros eventos satisfactorios.

Quieren escribir libros o hacer películas; quieren enseñar arte o música; quieren unirse a una ONG o ser filántropos. Pero no pueden, o eso dicen. Necesitan el dinero y la seguridad de un trabajo bien remunerado, y quieren el prestigio y el estatus de un título universitario.

Otros no tienen ninguna motivación, se buscan constantemente a sí mismos, o son demasiado responsables y se están presionando demasiado.

Los iGens han crecido con teléfonos móviles, tenían una página de Instagram antes de la ESO y manejaban Internet sin ningún problema apenas dejaron de gatear. Pasan de cinco a seis horas al día enviando mensajes de texto, chateando, jugando, navegando, transmitiendo y compartiendo videos, y pasando el rato en línea.

La buena noticia es que los iGens están listos para trabajar duro. Son inclusivos y se preocupan por la justicia social. Y son cada vez más diversos y menos partidistas, lo que significa que eventualmente pueden insistir en sistemas más cooperativos, más justos e igualitarios.

Son una generación sin límites.