¿Por qué una pieza de tela ha atraído tanta atención y reacciones negativas?

Cualquiera de las diversas formas de velos de las mujeres musulmanas: shayla, hiyab, al-amira, chador, nigab y burka, se considera en Occidente, enfatizan las diferencias, representan intimidación y son un desafío a la seguridad.
Es encarnado ampliamente como símbolo de opresión, creencias fundamentalistas y amenazan a los valores democráticos. Como consecuencia, las mujeres musulmanas que lo visten son a menudo el blanco del odio islamófobo físico y verbal.
La igualdad de género
Es como si existiera un consenso oculto sobre la necesidad de ayudar a las mujeres musulmanas, ya sea porque parecen incapaces de saber qué es bueno para ellas, o por sí les han lavado el cerebro, no son libres o no pueden ver su propio sufrimiento. Se les niega la autonomía, su capacidad de pensar y actuar de manera independiente – se asocia a una actitud oprimida y pasiva.
Esta clasificación binaria ha generado un entorno incómodo y hostil; esta “amenaza” a los valores y la cultura occidental, las sitúa “fuera de lugar”, en otras palabras, en la exclusión social.
El estilo de vida de las mujeres musulmanas y sus motivos para llevar velo están influidos por factores como su origen y el entorno social y político en el que viven. Por lo tanto, no es fácil ni preciso clasificar a todas las mujeres en una sola categoría. El significado de la libertad y del sentido de la vida varía de un individuo a otro y de una cultura a otra.
Otra cosa es la imposición que sufren las mujeres en muchos países islámicos, por ejemplo, los que aplican la sharía como Arabia Saudí, Irán, Yemen y Afganistán.
El paso más importante y más difícil, es desarrollar la tolerancia a las diferencias individuales y culturales. El artículo 4 de la Declaración de las Naciones Unidas alude a la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación en la religión o las convicciones. Pero también, en 1979, la Asamblea General aprobó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) que a menudo se describe como una Carta Internacional de Derechos Humanos para las mujeres. En sus 30 artículos define explícitamente la discriminación contra las mujeres y establece una hoja de ruta de acción nacional para poner fin a tal forma de discriminación.
Difícil, ¿verdad?