El ataque contra la sede de varias logias en Madrid es un auténtico atentado contra el librepensamiento y la democracia.
Algunos políticos, la mayoría de los dictadores y otras elites gobernantes han comprendido plenamente un principio básico: si controlan lo que la gente oye, ve y lee, controlan lo que creen. También mediante la educación “intervenida” se puede erosionar la confianza y el poder analítico, y hacer de los ciudadanos una masa prácticamente acrítica.
La etiqueta falsa contra la Francmasonería, dentro de una vieja pero no olvidada “teoría de la conspiración”, es una excelente manera de ocultar algunas verdades genuinas pero incómodas entre una colección de leyendas, mitos y fantasías urbanas. Estas falacias siguen siendo subvertidas para manipular la opinión y las actitudes públicas, y conseguir que algunos necios ataquen a nuestra pacífica y tolerante institución.
Animamos a toda la ciudadanía a pensar más profundamente sobre cómo y por qué debemos responder con nuestra denuncia y condena a estos actos, que no son vandálicos sino de odio.
Aquí estamos, en pie y al orden al lado de nuestros hermanos de las logias que trabajan en el local atacado. Libertad, igualdad y Fraternidad.