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El colectivo imaginado

marzo 3, 2023

No puede ser imaginada como global una experiencia personal que se comparte solo con determinadas personas

Imagen: ideas.ted.com

La fraternidad llamada Masonería, se podría enmarcar como una práctica, ya que no tiene forma canónica (no comprende el mero cumplimiento de unos ritos). Más ampliamente, hablaríamos de las Masonerías, procurando un espacio y un marco adecuado a una sociabilidad con estructura fraternal cuyos pilares son los valores Libertad, Igualdad y Fraternidad.

Al ser una orden iniciática, presenta sus enseñanzas más allá del empleo del simbolismo (la filosofía no tiene nada que ver con lo esotérico); estos aprendizajes se configuran en un sistema de grados.

Si en el imaginario colectivo de personas no iniciadas y en el de algunas de las personas que constituyen esta Institución se considerara que el verdadero secreto iniciático es inviolable por su naturaleza, que está preservado por sí mismo contra la curiosidad, y que el secreto relativo de algunos signos exteriores no son más que una figuración simbólica, quedaría despejado el propio secreto el cual, cada uno podría conscientemente o no, realizar en sí mismo, apoyándose sobre el simbolismo “constructivo”,  su propia realización personal, que no es más que la universalización de un método.

En sí no es más que una preparación del individuo para adquirir el verdadero conocimiento iniciático por el efecto de su trabajo personal. A veces es una vía a seguir, un plan a realizar, otras veces es ayuda recibida para tomar la actitud mental e intelectual necesaria para llegar a una comprehensión efectiva y no simplemente teórica; pero ahí está todo, ya que nadie más, aunque sea un “Maestro” en la acepción más completa de la palabra, puede hacer este trabajo por él. Lo que el iniciado debe adquirir forzosamente por sí mismo, porque nadie ni nada exterior a él puede comunicárselo, es en suma la posesión efectiva del secreto iniciático propiamente dicho. Todo esto lo refleja René Guénon, en sus “Apercepciones sobre la Iniciación”, capítulo XXXI.

Grabado del hombre astrológico de Athanasius Kircher (Ars magna lucis, 1645)

Varios movimientos ejercieron una fuerte influencia en la Masonería: la filosofía iluminista, tanto en su vertiente francesa como en la Aufklärung alemana, la Revolución Francesa, la codificación del Espiritismo, los Rosacruces, la Cabalística, el Misticismo, además del renacimiento del ocultismo del siglo XIX. Todos ellos dejaron una fuerte huella, marcándola on sus apremiantes características: el sincretismo.

La multiplicidad de estas narrativas nos ha acercado al concepto de masonerías, pero al mismo tiempo sigue configurada en el imaginario colectivo como un tema imposible o hermético.

Más que reflejar la presencia de la Masonería dentro de la sociedad, estas representaciones construyeron y construyen percepciones, un conjunto de mitos y símbolos que impregnan la “mente” social colectiva, incluso la de algunos los masones, en la que la fraternidad no es siquiera mencionada.